Paso a paso: cuándo pedirlo, cómo interpretarlo y qué hacer con los resultados
Durante años se ha reconocido el papel del microbioma intestinal en la regulación del metabolismo, la inflamación sistémica y la respuesta a fármacos como la metformina (Petakh et al., 2023). Sin embargo, el paso de la evidencia a la práctica clínica no siempre ha sido claro: ¿cuándo solicitar un análisis de microbiota?, ¿cómo interpretar los resultados?, ¿y cómo integrarlos en el manejo metabólico de los pacientes?
Biomatest® ofrece una solución clínica concreta para responder a esas preguntas. A continuación, presentamos una guía práctica para su aplicación en el consultorio, basada en la literatura científica y en la experiencia clínica de Astrolab Bio.
1. ¿Cuándo solicitar Biomatest®?
Biomatest® es una herramienta de precisión basado en biotecnología, no un test de tamizaje general. Está indicado en pacientes con alteraciones metabólicas que no responden al tratamiento convencional o cuya sintomatología sugiere un desequilibrio intestinal subyacente. A continuación, encontrarás una serie de casos de referencia que pueden usarse en la evaluación de casos con pacientes potencial para la toma del análisis de microbioma:
a. Resistencia al tratamiento metabólico
Pacientes con diabetes tipo 2 o síndrome metabólico con HbA1c >7.5%, pese a buena adherencia farmacológica y dietética, pueden tener una microbiota disfuncional que limita la eficacia terapéutica .
Diversos estudios han demostrado que la baja diversidad bacteriana y la pérdida de especies productoras de butirato, como Faecalibacterium prausnitzii, se asocian con menor respuesta a metformina y mayor resistencia insulínica (Wu et al., 2017; Forslund et al., 2015).
b. Obesidad abdominal o estancamiento en la pérdida de peso
En pacientes con IMC >30 o circunferencia de cintura aumentada, Biomatest® puede revelar un ratio Firmicutes/Bacteroidetes elevado o baja capacidad de fermentación de fibra, lo que explica una mayor eficiencia en la extracción calórica y menor producción de metabolitos beneficiosos (Menni et al., 2017; Gao et al., 2021).
Con esta información, el médico puede ajustar la dieta hacia mayor fibra fermentable y prescribir probióticos o prebióticos específicos para restaurar el equilibrio metabólico.
c. Hígado graso no alcohólico persistente
Cuando las transaminasas permanecen elevadas a pesar de intervenciones estándar, Biomatest® puede detectar un aumento de bacterias productoras de etanol endógeno o una reducción de cepas antiinflamatorias, factores que agravan la disfunción hepática (Boursier et al., 2016; Albillos et al., 2020).
Evita solicitarlo en pacientes recién diagnosticados, con uso reciente de antibióticos o con control metabólico adecuado, ya que en esos casos los resultados pueden no ser representativos ni clínicamente útiles. Es importante gestionar expectativas: Biomatest® no “detecta enfermedades”, sino que permite personalizar el tratamiento metabólico con base en la función intestinal. Explicar esto genera confianza y mejora la adherencia posterior.
2. Preparación del paciente:
Una muestra adecuada es la base de un resultado clínicamente relevante.
El paciente debe:
- Evitar laxantes los cinco días previos.
- Evitar tomar la muestra después de un ciclo reciente de antibióticos.
- Mantener su dieta y medicación habitual para reflejar su microbiota real.
3. Interpretación en consulta: ¿qué buscar en el reporte?
El informe de Biomatest® está diseñado para que se pueda traducir la información microbiana fácilmente en decisiones clínicas e intervención.
Los tres parámetros más relevantes son:
Índice de diversidad Shannon:
Mide la riqueza bacteriana; un valor fuera de rango indica diversidad alterada y se asocia con disbiosis y/o inflamación crónica.
Presencia de bacterias clave:
Faecalibacterium y Akkermansia son claros ejemplos de marcadores de un microbioma metabólicamente saludable; niveles bajos justifican la intervención dirigida con prebióticos como inulina o probióticos específicos.
Relación Firmicutes/Bacteroidetes:
Un valor >2 indica un perfil con alta eficiencia en extracción calórica y baja producción de metabolitos beneficiosos. Este valor se relaciona con el metabolismo de las fibras.
A nivel funcional
Se evalúan funciones microbionas como producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFA), capacidad antioxidante, metabolismo de aminoácidos esenciales, etc. Un puntaje bajo en SCFA puede orientar hacia estrategias antiinflamatorias y de restitución de la barrera intestinal.
4. De los resultados al plan terapéutico
El valor de Biomatest® radica en convertir datos complejos en acciones clínicas concretas. Según el perfil encontrado:
- Disbiosis inflamatoria: probióticos con Lactobacillus rhamnosus GG y Bifidobacterium lactis (12 semanas), acompañados de inulina (5–10 g/día) y una dieta rica en omega-3 y baja en grasas saturadas.
- Microbiota obesogénica: fibra fermentable ≥30 g/día, legumbres, vegetales y avena, más un probiótico multicepa (>10 mil millones UFC/día) y alimentos fermentados.
- Microbiota equilibrada: descarta disbiosis como causa principal; es momento de evaluar otros factores, como adherencia farmacológica, alteraciones hormonales o estrés crónico.
Los resultados clínicos esperados incluyen reducción de HbA1c entre 0.8–1.5%, mejoría en marcadores inflamatorios (PCR) y recuperación de la tolerancia gastrointestinal a fármacos como la metformina en 8–12 semanas.
5. Implementación en la consulta. Flujo sugerido de trabajo clínico:
- Consulta inicial (20 min): identificar al paciente candidato, explicar fundamentos y solicitar Biomatest® junto a laboratorios metabólicos básicos (HbA1c, perfil lipídico, PCR).
- Entre consultas: el paciente toma la muestra. Al cabo de 6 semanas, se consultan los resultado: revisión de reporte y recomendaciones para interpretación, estructura del plan escrito, suplementación y seguimiento.
- Llamada de control (semana 2 de tratamiento): ajuste según tolerancia.
- Evaluación a 3 meses: revisar laboratorios, síntomas y adherencia.
- El re-test se recomienda solo si no hay mejoría clínica tras la intervención o si hubo uso reciente de antibióticos que pudiera alterar el microbioma.
El próximo paso
La próxima vez que tengas frente a ti un paciente con resistencia metabólica inexplicable, síntomas gastrointestinales limitantes, o simplemente la intuición de que "algo no encaja", pregúntate: ¿Podría la microbiota ser la pieza faltante?
Si el perfil clínico se alinea con las indicaciones que revisamos (resistencia al tratamiento documentada, adherencia verificada, síntomas sugestivos), tienes ahora las herramientas para actuar con confianza. Solicita Biomatest®, interpreta los resultados en contexto, implementa un plan específico, y acompaña al paciente durante tres meses.
La medicina del microbioma ha dejado de ser ciencia experimental para convertirse en herramienta clínica práctica. No para todos los pacientes, no en todas las situaciones, pero cuando se usa estratégicamente, puede ser el factor que transforma un caso de resistencia frustrante en una historia de éxito.
Referencias Científicas
- Petakh, P., Kamyshna I & Kamyshnyi A. Effects of metformin on the gut microbiota: A systematic review. Mol Metab. 2023 Nov;77:101805. doi: 10.1016/j.molmet.2023.101805. Epub 2023 Sep 9. PMID: 37696355; PMCID: PMC10518565.
- 2. Wu, H., Esteve, E., Tremaroli, V., et al. (2017). Metformin alters the gut microbiome of individuals with treatment-naive type 2 diabetes, contributing to the therapeutic effects of the drug. Nature Medicine, 23(7), 850-858.
- 3. Forslund, K., Hildebrand, F., Nielsen, T., et al. (2015). Disentangling type 2 diabetes and metformin treatment signatures in the human gut microbiota. Nature, 528(7581), 262-266.
- 4. Menni, C., Jackson, M. A., Pallister, T., et al. (2017). Gut microbiome diversity and high-fibre intake are related to lower long-term weight gain. International Journal of Obesity, 41(7), 1099-1105.
- 5. Gao, R., Zhu, C., Li, H., et al. (2021). Dysbiosis signatures of gut microbiota along the sequence from healthy, young patients to those with overweight and obesity. Obesity, 29(1), 195-202.
- 6. Boursier, J., Mueller, O., Barret, M., et al. (2016). The severity of nonalcoholic fatty liver disease is associated with gut dysbiosis and shift in the metabolic function of the gut microbiota. Hepatology, 63(3), 764-775.
- 7. Albillos, A., de Gottardi, A., & Rescigno, M. (2020). The gut-liver axis in liver disease: Pathophysiological basis for therapy. Journal of Hepatology, 72(3), 558-577.
- 8. Rinott, E., Meir, A. Y., Tsaban, G., et al. (2021). The effects of the Green-Mediterranean diet on cardiometabolic health are linked to gut microbiome modifications: a randomized controlled trial. Genome Medicine, 13, 29.
- 9. Gurung, M., Li, Z., You, H., et al. (2020). Role of gut microbiota in type 2 diabetes pathophysiology. EBioMedicine, 51, 102590.
- 10. Wastyk, H. C., Fragiadakis, G. K., Perelman, D., et al. (2021). Gut-microbiota-targeted diets modulate human immune status. Cell, 184(16), 4137-4153.
- 11. Clemente-Suárez, V. J., Beltrán-Velasco, A. I., Redondo-Flórez, L., et al. (2023). Global impacts of Western diet and its effects on metabolism and health: A narrative review. Nutrients, 15(12), 2749.
Guía práctica desarrollada por el equipo científico de Astrolab Bio
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